jueves, 23 de agosto de 2007

Palabras a los ahijados del LEM 2007

31 de Julio de 2007



Queridos ahijados:
Gracias, infinitas gracias por la cortesía, que por cuarta vez me hacen mis alumnos, Uds. en esta oportunidad, el de apadrinarles su promoción. Ese gesto para nosotros los profesores es lo que los entendidos llaman Feedback, o retroalimentación y es el maná del que nos nutrimos para proseguir en esta ardua tarea de educar que nos hemos impuesto.
Cuando me dispuse a escribir estas palabras que hoy vengo a decirles a Uds. realmente me tocó la tentación de ponerme hablar sobre los últimos acontecimientos políticos del país y de esta institución, y su papel protagónico, por demás valederos; pero después de meditar me dije ¿porqué venir a estropearles este día tan significativo a estos muchachos? No debo traer desazón a esta reunión familiar. Al contrario debo llevar alegría. Decidí entonces tratar de trasmitirles un mensaje de hermandad y de unión, al igual que el Padre Beto lo hizo ayer en la homilía, y es a eso que me dispongo. Así que hagámoslo distinto.
Termina hoy una hermosa y sabrosa etapa de sus vidas, épocas de conocer amigos, de bonches y parrandas, de alegrías y tristezas, de pasar o raspar exámenes, de correr tras los profesores para que a última hora les reciba el trabajo perdido, etc. etc., en fin, de cosas de la vida estudiantil; algunos se irán a otros lares a continuar sus carreras o acaso a trabajar. Los que no, se quedarán aquí estudiando o trabajando; en todo caso, se romperá la cotidianidad de estar todos los días juntos, completándose entre Uds. para comprar donde Beto las empanadas para desayunar, como lo hacían hasta hoy. Ante la ausencia entenderán ahora lo importante y hermoso de la amistad, de lo que vale la vida en este Liceo. De aquí en adelante vendrán nuevas amistades que les traerán otras visiones del mundo y su realidad. Conocerán formas distintas de hablar, de comer, de relacionarse y, a lo mejor conocerán el amor de sus vidas.
Pero, se preguntarán, ¿a que viene todo esto si eso ya lo sabemos?, Yo les respondo entonces, a que se darán cuenta que lo que verdaderamente es valedero en sus vidas no es lo material que se llevan, al pergamino este que se les está entregando hoy, sino lo espiritual, y en este caso a estos amigos que están dejando aquí en este añejo Liceo, que por lo menos de mi parte así los consideraré, muy a pesar de que a lo mejor duraremos algunos años en volvernos a ver, pero como somos amigos nos sabremos esperar. De entre tantos amigos cibernautas que tengo, es mi manía la amistad, uno me mando este que les leeré y que les aconsejo pongan mucha atención, trata de alguien a quien conocen, es el gran filósofo griego de la etapa preática Sócrates, y se llama así:
EL TRIPLE FILTRO
En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos, especialmente a los jóvenes, a quienes enseñó con su método, la mayéutica, ¿se acuerdan? ella consistía en que el alumno llegara al conocimiento a través de sus propias deducciones. Un día un conocido se encontró con él y le dijo:
-¿Sabes lo que escuché de tu amigo?
-Espera un minuto, le replicó Sócrates. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen, Yo lo llamo el examen del triple filtro.
-¿Triple filtro?, preguntó el otro.
-Correcto, continuó Sócrates, antes de que me hables de mi amigo, puede ser bueno filtrar tres veces lo que vas a decir.
-El primer filtro es la verdad, ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-No, dijo el hombre, realmente solo escuché sobre eso y….
-Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto o no.
-Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el de la bondad. ¿es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, por el contrario.
-Entonces deseas decirme algo malo de él pero no estás seguro que sea cierto, pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, la verdad que no.
-Bien, concluyó Sócrates. Entonces, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ¿para que querría Yo saberlo? Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos. La amistad es algo invaluable, nunca pierdas a un amigo por algún malentendido o comentario sin fundamento, le dijo.

La enseñanza que esta anécdota nos deja es que evitemos, por el bien de la amistad y de las buenas relaciones humanas, el rumor y el chisme malsano, se los digo no porque Uds. lo practiquen, sino porque en el mundo de los adultos, al cual ya tocaron la puerta, es una práctica cotidiana destructiva de eso tan hermoso que es la verdadera amistad y la sinceridad. Si uno no llega a ser amigo de sus padres, de sus hijos, de sus hermanos, de sus vecinos, de sus profesores o de sus alumnos no podremos nunca establecer una buena coexistencia. Eso fue lo que hicimos durante el tiempo que duramos conviviendo en esta institución. Fue hermoso, y por eso nos llevamos tan bien.
Igualmente quiero leerles un poema del gran escritor argentino Jorge Luís Borges que se titula:

POEMA A LOS AMIGOS

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro
pero cuando me necesites estaré junto a ti.

No puedo evitar que tropieces
solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos,
pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz

No juzgo las decisiones que tomes en la vida,
me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte, si me lo permites.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco ese espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser,
solamente puedo amarte como eres y ser tu amigo.

En estos días pensé en mis amigos y amigas,
no estabas arriba, ni abajo, ni en medio,
no encabezabas ni concluías la lista,
no eras el número uno ni el número final.

Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.

Basta que me quieras como amigo.
Gracias por serlo.


En estas hermosas líneas está plasmado lo que quisimos que Uds. aprendieran, ahora les toca ponerlas en práctica. Es esa nuestra indubitable función como profesores, inspirarlos en valores, con el ejemplo, que es el verdadero sentido de la educación. Los contenidos nunca es tarde para aprenderlos; que si 2 mas 2 son cuatro; que si la tierra es redonda; que si Venezuela está en América del Sur; etc., etc. Quien no lo aprendió ya tendrá la oportunidad para hacerlo. Pero si enseñamos que ese 2 más 2 es útil para apreciar la rima de un poema o para entender el ritmo de la música, o para reírnos cuando nos equivocamos, entonces estaremos enseñando con sentimiento. Pero el sentimiento que se pone para oír y conmoverse con una buena música o al leer un bello poema es más importante aún, porque ello eleva el espíritu, y creo que ese ha sido el problema con nuestra educación, solo se enseña a ver, pero no a oír; no enseñamos a desarrollar los buenos sentimientos, nos hemos olvidado del humanismo, y a quienes estudiamos humanidades se nos quiere ver como bichos raros porque andamos todo el día y que filosofando, hablando de fantasía, pero solo nosotros sabemos que somos felices con ello porque lo vivimos. Hay un viejo dicho que leí en los papeles viejos de mi bisabuelo el Dr. Riera Silva, que dice que aquel médico que solo medicina sabe ni medicina sabe ya; refiriéndose a que el médico antes que saber de medicina tenía que aprender humanismo para entender y comprender la condición humana de sus pacientes, y eso en los actuales momentos se ha olvidado, solo queremos estudiar ingeniería o medicina o derecho porque son las carreras que nos darán dinero para hacernos ricos. Uds. escogieron Humanidades y los felicito por ello, ahora saben apreciar las pequeñas cosas, como dice la canción de Joan Manuel.
En 1996 se cumplió el centenario del nacimiento de un hombre, poeta y político que con sus poemas y su prosa supo expresar claramente el sentir del venezolano común y corriente como los que hoy estamos aquí. Me refiero al poeta Andrés Eloy Blanco, cumanés de nacimiento pero venezolano de palabra. Él escribió un hermoso poema que quiero leérselos también para que con delicadeza lo escuchen y lo juzguen. El mismo se llama:
Coloquio bajo la palma
Lo que hay que ser es mejor y no decir que se es bueno ni que se es malo,
lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano,
lo que hay que hacer es saber, alumbrarse ojos y manos y corazón y cabeza y después,
ir alumbrando.
Lo que hay que hacer es dar más sin decir lo que se ha dado,
lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su modo de tener algo, trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo
y al que trabaja en la fábrica y al que trabaja en el campo, y al que trabaja en la mina y al que trabaja en el barco,
lo que hay que dar es todo, luz y sangre, voz y manos, y la paz y la alegría que han de tener aquí abajo, que para las de allá arriba,
no hay que apurarse tanto, si ha de ser disposición de Dios para el hombre honrado darle tierra al darlo a luz, darle luz al enterrarlo.
Por eso quiero, hijo mío, que te des a tus hermanos,
que para su bien trabajesy nunca te estés aislado;
bruto y amado del mundo te prefiero a solo y sabio.
A Dios, que me dé tormentos, a Dios que me dé quebrantos,
pero que no me dé un hijo de corazón solitario.


Indiscutiblemente el poeta Andrés Eloy, como todo el mundo lo llama, dejaba moldeado el sentir del venezolano de la primera mitad del siglo pasado pero también la del venezolano de la última década. Lo que se pedía para ese entonces al igual que ahora es paz y tranquilidad, que se acabe el odio entre los hermanos, que es lo que predomina hoy en día, y que podamos vivir felices. Es a Uds. la generación que viene subiendo los que decidirán que hacer y como hacer para calmar estas ansias de odios y rencores que nos embargan. Así pues, a cumplirnos ahora Uds. a nosotros. Y para ello les asignaré una tarea, de esas fáciles que constantemente les encomendaba; siempre he preferido que digan: a ese profesor si es fácil pasarle a que digan, a ese profesor si es difícil pasarle. Por ello es que antes de volvernos a ver les mandaré otro trabajito. A ver…tomen papel y lápiz. Para la próxima clase deben de traer: felicidad inmensa, esperanza en su futuro, caridad en sus corazones y gandolas de fe en Dios. Todo esto lo mezclan y nos entregan un GRAN PAÍS SIN ODIOS NI RENCORES.
Y por último, ya para concluir y disponernos a celebrar, quiero pedir disculpas por hacer mención especial de una persona, pero es algo que me obliga moralmente. De no hacerlo estaría contradiciéndome en todo lo anteriormente expresado sobre los sentimientos. Entre Uds. hay alguien muy especial para mi porque la vi nacer, crecer y luchar contra las dificultades, algo que Dios, y eso demuestra su grandeza, le puso para demostrarle que el ser humano es capaz de vencer todas las adversidades que se le pongan delante, esa persona merece mi reconocimiento y ante ella me inclino por su nobleza. Me refiero a Marysabel, sobrina, doblemente ahijada e hija putativa, quien gracias a su tesón y empeño hoy se dispone a lograr un paso mas en su camino, y se que en poco tiempo será otro y otro más y así sucesivamente. A ti Marysabel, te digo que cuentas conmigo para luchar juntos en ese caminar bello y hermoso que te haz planteado. Y como decía el gran panfletario caroreño, “Adelante, siempre adelante, aunque sea con la fuerza inmensa del pensamiento”.
Ahora si, que Dios me los bendiga y mucha suerte
Gracias.

domingo, 8 de julio de 2007

FRANQUICIAS CULINARIAS CAROREÑAS

Gerardo Castillo Riera


A lo mejor en el mundo moderno el término de franquicias culinarias se relaciona con Mc Donals, Wendy, tal vez Subway, a lo mejor Bon Ice, Chicha El Chichero, Efe, Tío Rico, etc., etc. Pero hay personajes caroreños que han hecho que esa comida rápida, como en el argot moderno se conocen, sean parte de nuestra vida cotidiana y mas que una franquicia, porque le han dado personalidad a cada una de sus especialidades con la dignidad con que han ejercido su oficio, sean parte de la cultura del caroreño. ¿Quien no se ha refrescado con un cepillao de Chus? o ¿Quién no se ha chupado un capullito del Chicho en las procesiones de Semana Santa?. Quien diga aquí que no conoce a estos personajes es que no nació, ni se crió o ni se engordó en estas calurosas y secas tierras.
Jesús Ocanto (Chús), y Carlos Colmenares (Chico), son los nombres de este dúo de Vendedores de franquicias a la caroreña. Chus el cepillaero, como lo conoce la gente, dice tener 50 y pico años de edad, pero desde que este servidor era un tripón estudiante del colegio de los escolapios, le ha comprado cepillaos. Ya entré en los 55 y tengo que respetarle su vanidad. Quién quiera refrescarse en estas tarde de canícula, solo tiene que pasar por en las tardes por la matica del Concejo y ahí lo conseguirá con su diente pelao y dicharachero como siempre.
Como un homenaje póstumo para Alejandro Barrios, mi amigo fraterno, tomo lo que él escribió en el 2002 de Chús el cepillaero y de El Chicho en una columna que tituló: Carora y sus protagonistas ocultos. De Chús escribía lo siguiente:
“¿Quién de ustedes no conoce o ha oído hablar de Chus, El Cepillaero?. Su nombre de pila es Jesús Ocanto, nacido en Barrio Nuevo, en la calle Sucre, un 15 de enero de 1949, quien siempre ha estado sembrado en su antiguo y espiritual sector caroreño- de allí me sacarán para el cementerio- comenta con su voz asoleada y timbrada de 54 años de edad. Comenzó este oficio de vender cepillados en año 1965, a sus 15 años de edad frente al hospital San Antonio, era en ese momento el centro activo de la ciudad, allí observé salir y entrar enfermos, en su activa jornada a veces me permitía contemplar la plaza Aguinagalde, donde está la estatua de mármol blanco del padre Carlos Zubillaga que emana la bondad, la nobleza, el Centro Lara, al lado la antigua sede de la inspectoría de tránsito. En este sitio permanecí durante 3 años.
La ciudad fue creciendo se expandió urbanística y demográficamente, Chus interpretó esos cambios, se fue mudando con ella, tuvo que pedalearla para alcanzarla, se colocó en la puerta principal del colegio “Cristo Rey”, cuando el sol alumbra con su intensa vitalidad la figura del mosaico en el templo, de San José de Calasanz con sus dos niños: el blanco y el moreno que simbolizan el mestizaje humano y cultural de nuestro pueblo, por el cual se inspiró el artista plástico cojedeño Toledo Tovar. Ahí está Chus expendiendo sus exquisitos cepillados de colita, de tamarindo con abundante leche condensada a los jóvenes que salen al mediodía de este prestigioso plantel. En este sitio tiene 35 años. Luego en horas de la tarde se ubica en la puerta del estacionamiento del Concejo Municipal.
Cuando alguna persona le dice:
-Chus te estás llenando-
Él inmediatamente responde con jocosa salida:
-“Pa´ las puras ñemitas- Ahora si es pa´ las puras ñemitas.
Haciendo alusión a su comida de huevos fritos, solamente.
En sus treinta y ocho años de oficio informal ha criado una numerosa familia de 6 hijos: Jesús, Gladis, Pedro, Argenis, Jean Carlos y José Daniel, cuatro nietos y junto a su adorada esposa Magalys Chávez viven su felicidad en la calle Sucre del Cerro de la Cruz.”

El mundo de las golosinas criollas es en este caso una de las tradiciones caroreñas que se han trasmitido de generación en generación. La madre de El Chicho le enseño el oficio y éste a sus hijos con quien actualmente comparte la hechura, distribución y comercialización de la producción. Recurro nuevamente a Andoche quien decía de él:
“En el sector 03, vereda 05 diagonal a la iglesia de San José, de la Urbanización Calicanto, en la parte norte de la ciudad vive Carlos Eduardo Colmenares Álvarez conocido por el pueblo como “El Chicho”, el de los capullitos, quien se desplaza en la ciudad como los vientos alisios que trasladan las pocas nubes, que temperan en el azulado cielo caroreño y refrescan las tardes de nuestra calurosa ciudad. Chicho nació hace 47 años, en el lugar inundable donde comienza la calle Jacobo Curiel, en El Yabal en el Barrio Torrellas, un 04 de agosto de 1955. Desde niño observó y palpó con ferviente ánimo la labor del trabajo que generalmente se hacía en su casa.
A la edad de 12 años comienza a explotar su creatividad, para ayudar económicamente a su hogar y se aferra al hecho de producir. Comienza a trabajar con su querida madre Isabel de Colmenares y junto a Santos Colmenares, quienes habían aprendido el oficio de la elaboración de hacer capullitos con Alberto Gómez, quien vio por vez primera la preparación en la casa de Doña Pura Barrios de Graterol. Todo este legajo de la cocina popular de nuestra tierra es aprendido por la intuición y la inteligencia observable de nuestra gente.
En su casa materna le enseñaron el artesanal oficio de la preparación de las exquisitas golosinas de variados colores de estímulo visual y de sensación dulce que lo constituyen los tradicionales capullitos, incrustados en el palo de maguey. Este oficio lo había popularizado Pedro Argenis Crespo, el inolvidable “Perejene”, quien vendía los capullitos que confeccionaba Doña Pura Barrios de Graterol, en las procesiones, en las décadas de los cincuenta y los sesenta del pasado siglo XX, todavía mucha gente recuerda con esa voz de bajo melodiosa y timbrada con la que la anunciaba la venta de este popular dulce criollo.
A partir de 1969, en plena fiestas de la celebración del cuatricentenario de Carora, “El Chicho” comienza a tomar la batuta de las ventas de esta exquisitez, en las procesiones de Semana Santa, en las fiestas de San Juan Bautista, y en las numerosas fiestas patronales de muchos pueblos rurales de nuestro Municipio Torres. En ese año -me comenta- “se vendían a la módica suma de cuatro capullitos por locha”. Con la venta de este dulce se mantiene, de esta manera, esta bella y tradicional estampa que identifica nuestras populares costumbres de las raigambres históricas de nuestro pueblo caroreño.
A pesar de todas las contradicciones que vivimos en este momento cuando nuestro país y desde luego nuestra ciudad la envuelve el consumismo globalizante, sin embargo, es una función casi quijotesca la que lleva a cabo Carlos Colmenares “El Chicho”, quien mantiene viva esta tradición, la cual comienza a elaborarse en su casa, en su humilde hogar, junto a su señora esposa Gregoria y sus hijos, que realizan este tradicional trabajo de los dulces de los capullitos junto a los alfeñiques y a los turrones. Esta actividad constituye parte de esta amplia gama de la dulcería criolla Torrense.
Por eso “Chicho” agradece infinitamente a Dios y a todos sus numerosos clientes por el apoyo que siempre le brindan en la compra de sus productos con la firma “Hecho en Carora”, porque también el azúcar con lo cual se elabora este dulce es producido en nuestros fértiles campos y factorías.”
Los conmino a que cuando vean a Chus el cepillaero o a El Chicho el capullitero aprecien en ellos la dignidad y la altivez con que desempeñan sus oficios, y que forman parte del gentilicio del caroreño.

miércoles, 27 de junio de 2007

FOGÓN CAROREÑO

Los Caroreños tenemos la manía de ponderar nuestra gastronomía, o nuestras comidas si se quiere. Pero, ¿podemos hablar ciertamente de una gastronomía caroreña?. Verdaderamente que sí. Veamos, si nos acogemos a lo que se entiende por gastronomía tenemos que es: “Arte de preparar una buena comida.”; y en Carora tenemos ese arte, tenemos una manera peculiar de cocinar, con rasgos, formas y condimentos específicos que le dan esa categoría de Arte porque lo hacemos con destreza. Lamentablemente esa gastronomía se ha ido perdiendo en el tiempo porque no nos hemos preocupado, unos por aprenderla y otros por trasmitirla. Creo que es obligación de nuestra generación averiguar y trasmitirla comunicar nuestra cultura a propios y extraños es meritoria, porque con ello trasmitimos nuestros valores culturales. La globalización mal entendida es lo que debemos tratar de vencer, si no tenemos identidad regional mal podemos hablar de una identidad nacional y los caroreños que viven en ciudades cosmopolitas deben preocuparse por enseñar a sus hijos los rasgos culturales que nos dieron origen, para darle más humanismo a nuestras vidas y así crearles el sentido de pertenencia con Carora.
Lo que plantearemos aquí no es otra cosa que la forma de cocinar de esta tierra en donde se realizó un verdadero mestizaje culinario, por ejemplo comencemos con la Tostada Caroreña, compuesta por dos arepas del día anterior y que se rellenan de queso y se fríen, viene a ser el centro del plato, rodeada de caraotas refritas (fritas dos veces en aceite) brillantes; chicharrones condimentados con sal, orégano y un punto de comino, entero preferiblemente, y fritos en aceite onotado; y ensalada de aguacate, tomate y cebolla; y por último las tajadas. Algunos le ponen sobre las arepas mas queso rallado y salsa de tomate. Pero, ¿Qué es lo caroreño?. Las caraotas pichonas (ácidas) y el condimento de los chicharrones, o sea el orégano y el comino. Según el recordado, ya fallecido amigo Andoche Barrios, la tostada caroreña se comenzó a preparar en el Restaurant El Néctar de Don Nicolás Cuicas.

miércoles, 9 de mayo de 2007

QUEBRANDO LANZAS

QUEBRANDO LANZAS
Gerardo Castillo Riera
gcastillor@hotmail.com

Me conmina la Profesora Eddy Luz Carrasco a que escriba en defensa de nuestra alma mater, nuestro añejo Liceo. Cuál apologistas griegos, quienes se lanzaron al ruedo a escribir en defensa del cristianismo me propongo emularlos entonces. Pero claro está, consiento la invitación de la insigne profesora, quien además es la artífice de que en nuestro Liceo se mantenga viva aún una organización estudiantil modelo, el Centro de Ciencias Dr. Pablo Álvarez Yépez y que la nueva disposición ministerial dispuso su aniquilamiento, pero aún así Eddy Luz sigue luchando porque eso no ocurra, además de lo que significa esta organización estudiantil dentro del quehacer estudiantil, como por un justo reconocimiento a uno de nuestros héroes civiles y actuales, como lo fue el Dr. Paucho, siempre y cuando ella haga lo mismo, sin temor.
Pero, se preguntarán Uds., ¿de que se le defenderá a nuestra ilustre institución?, ¿acaso está amenazada?, ¿y por quién? y Yo les respondería, de la ceguera de muchos que no atinan en entender que esta institución por la que hemos pasado CASI la totalidad de los caroreños no escapa a la crisis generalizada en la que se encuentra nuestro país, y es a ese monstruo al que debemos enfrentar, no somos los que lo albergamos. El Liceo es una institución que pertenece al sistema educativo el cual viene siendo la cara de un cuerpo que se llama sociedad venezolana. Cuando una persona se encuentra enferma se le refleja en la cara, porque es la que está a la vista de todos; a nadie le ven los pies cuando se encuentra en ese estado. Se habla mucho también de que una forma de medir los resultados electorales es con el carómetro. Es la cara la que refleja nuestro estado de ánimo y nuestra salud.
Pues bien, este cuerpo está moribundo, y lo vemos en la falta de valores y en la falta de interés en participar todos al unísono en la solución de los problemas que nos aquejan. La educación, cual cara, es la que nos muestra las miserias en la que hemos caído como sociedad, el oportunismo, el nuevoriquismo, la ignorancia atrevida de aquellos que detentan el poder, el negocio fácil, el “quitate tu pa poneme yo”, el “Uh Ah”, cuando antes decíamos adelante a luchar compañeros, si podemos o a la bella bella. En fin, esa cara es la educación, pero el cuerpo sigue siendo el país nacional.
El Liceo, repito, es una institución educativa, y como tal refleja todos los males de la sociedad, al igual que los tienen todas las otras instituciones y que en conjunto hacen a VENEZUELA. ¿Por qué extrañarnos entonces de las cosas que pasan en él?. Ya hay videos, pleitos callejeros, intrigas, maniobras para sacar indebidamente del camino a quien le toca por justa lid, contratos indebidos, profesores que no trabajamos……..pero cobramos, alumnos que se jubilan o no asisten a sus ocupaciones, padres y representantes que se les ve solamente cuando inscriben, aún citándoles, personajes guapetones prevalidos de influencias, en fin………ese es el país que tenemos. Y duro es decirlo pero ese es el país que queremos, y eso ocurre en toda nuestra geografía.
Queremos porque no hacemos nada, estamos como los chivos cuando llueve……..quitecitos arrimados a la barranca, shhh. ¡Vacié¡ me sacan de las misiones y después ¿cómo completo el sueldo?. ¡O a lo mejor los cubanos no me cambian los bombillos¡. ¡Cieeecará¡ Es un problema de supervivencia. Pero, cabe preguntarnos también ¿acaso eso es vivir?. Como decía Oscar Ferrer en estos días, la dignidad no se negocia, en ocasión de las palabras insolentes del regidor hacia el gremio que reúne a quienes representan nuestra idiosincrasia; deberíamos estar prestos a defender esa dignidad y es a ello a que convoco al colectivo magisterial, y conmino también a la insigne profesora Eddy Luz Carrasco, que sé que como ella hay muchos y muchas en nuestra ciudad, que aunque obnubilados por él, conservan los valores heredados de nuestros antepasados caroreños, a que nos convirtamos en adalides de esta gran cruzada y no dejemos que nos dividan para ellos vencer. Que impere el reino de las capacidades, que mande quien lo merezca. ¿Estamos dispuestos a aceptar la patria, socialismo o MUERTE?. ¿Por qué la muerte?. La muerte es la destrucción y esos valores catastróficos es lo que quieren que trasmitamos a los muchachos en aras de un conglomerado igualados pero hacia abajo. Nunca hemos estado identificados con la violencia que conlleva esa trilogía gramatical.
Traigo como epílogo la célebre frase del conterráneo aquel que solo sabemos que su bronce está en una plaza ubicada en el epicentro de la ciudad y que todos la llaman, por desconocimiento, la plaza del chivo: “Adelante, siempre adelante aunque sea con la fuerza inmensa del pensamiento”.