jueves, 30 de diciembre de 2010

RUTA GASTRONOMICA CAROREÑA

Ambigú….

Gerardo Castillo Riera

gcastillor@hotmail.com

Nuestra intención con esta ruta gastronómica es facilitar al lector y sobre todo a quienes nos visitan sean propios o extraños, sobre los sitios donde se puede probar lo más gustoso y apetitoso de nuestra gastronomía.

Para comenzar por supuesto con nuestro Mondongo Caroreño, no hay como el de los restaurantes Doña Celina tanto el de la carretera a Barquisimeto como el de las casas de madera, El Criollito frente al Arco de la Pastora de la entrada y el del Palacio del Mondongo frente a Bodegas Pomar. En casas de familia tenemos el de Nohemí de Mogollón en la Ramón Pompilio en el Torrellas, el de Randol Carrasco en la Urb. Pedro León Torres entrando por Alimentos Carora a mano derecha, el de Ayoleida Chirinos de Mora en Barrio Nuevo frente a las canchas entrando por el Puente Chávez, el de la hermana de Ayoleida en la Lídice al lado del kiosco de Fey, el de un negocio pequeno en la Av.14 de Febrero con calle Jacobo Curiel, el de la mama del Prof. Alan Navas en el callejón de la calle Camacaro después de Agropecuaria Díaz, entre otros.

Si de empanadas se trata, pero para desayunar hay muchas, gandolas como decía el recordado Taco Gallardo. Empezando con las de un negocio que esta enfrente al antiguo Club Pueblo Aparte ahora CDI, llama la atención por su pulcritud y que se ve es la familia entera quienes atienden. Las mejores empanadas de caraota indiscutiblemente son las de la familia Cuevas en la Av. 14 de Febrero al lado de la Peluquería Kiss, su particularidad son las caraotas pichonas típicas caroreñas, las recomiendo y son para llevar y es lo mejor porque se pueden deleitar tanto manejando o en la casa sin echarle nada para disfrutarlas. Las de mi amiga de muchos años desde cuando ella trabajaba con su papa en una frutería en la calle Torres con Ramón Pompilio, Olga Castro de Pellicane son por decir maravillosas, además vende unos jugos muy buenos, fríos y grandes.

En lo que respecta a las empanadas para la noche, porque aquí en Carora no son las mismas que las del día, están las de la Sra. Seguerí en la calle Lídice como a 2 cuadras de la iglesia a mano izquierda, tiene una reja dorada, ella atiende en su casa y uno pasa y se sienta en su comedor al lado de la cocina. Puedo hablar con propiedad porque desde hace como 25 años las como y son muy buenas. En esa misma zona pero en la calle Zubillaga doblando por Deportes Cheo esta un ventorrillo a dos cuadras de la Lídice; excelentes, tostaditas, tienen un solo problema, son demasiado calientes porque la demanda es mucha y uno tiene que esperarlas. Recomiendo pedirlas, pagarlas y pasar mas tarde a buscarlas y comerlas en la casa. Las de caraotas ni se lo imaginan. También en la calle Torres frente al Don Cherra a que la Sra. Cleotilde Nieves, además de empanadas venden arepas, tostadas y hallacas. Y en lo que respecta a pasteles no hay como los del Francesito en la calle Carabobo al lado de la Policlínica y los del Puerquito justo frente a la misma Policlínica.

En cuanto a nuestro Lomo Prensao, servido, el del Caserón de Ambrosia del Prof. Chegoyo Adames en las Palmitas después de los policías acostados de la escuela como a 50 mts se cruza a mano izquierda en un kiosco que esta en la entrada, al final de esa calle, y el del restaurante del Club Torres, a que Teresa, que es el que prepara Beto Herrera. Y para comprar y llevar a la casa tenemos el de Ayoleida Chirinos de Mora, de quien dimos su dirección arriba.

La tostada caroreña la pueden conseguir en Doña Celina, en el restaurante del negro Urriola en la calle Bolívar en las Mercedes, en el Club Campestre San Agustín y en el restaurante Los Indios.

Espero les facilite el periplo gastronómico que les he preparado y buen provecho.

ASADO NEGRO

Ingredientes:

--Un muchacho redondo de 1 ½ Kg. Aprox.

--1 ½ Taza de Aceite de maíz

--1 taza de Papelón rallado

--1 cebolla grande cortada en cubos pequeños

--3 cabezas de ajo machacado

--1 Kg. de tomates maduros sin piel ni semillas

--Vino tinto

--Sal y Pimienta negra recién molida al gusto

Preparación:

La noche anterior a la preparación, tome el muchacho y límpielo dejando parte de la capa de grasa que lo cubre. Frótelo bien con los ajos machacados, sal y pimienta a su gusto, báñelo con vino tinto, cúbralo y déjelo dormir esa noche en la nevera. Caliente muy bien el aceite en un caldero y agregue el papelón. Cuando esté oscuro, selle la carne en esta mezcla hasta quedar prácticamente negra, déle su tiempo, para que quede realmente oscuro. Aparte corte las cebollas en cubos pequeños, pase los tomates por agua caliente para retirarles la piel, retire las semillas y déjelos en trozos.

Agregue las cebollas al caldero, deje transparentar y agregue los tomates, un poco de agua, sal y pimienta, deje cocer tapado hasta que este tierno. Debe agregar agua de ser necesario, para que no se seque. Cuando este listo déjelo reposar antes de cortarlo, sírvalo acompañado de un arroz blanco (para la salsa) y tajadas.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Ambigú….

TIPS GASTRONÓMICOS

Gerardo Castillo Riera

gcastillor@hotmail.com

** Rolando Herrera cumplió su palabra y nos brindo; muy bueno el TUNGO preparado por Josefina Cuevas. Ciertamente que esto es propio de aquí, aunque se le quiere comparar con el caraqueño y eso no es cierto porque lo que comen allá son bollos dulces; o sea la misma masa para las cachapas la envuelven en hojas de mazorca o jojoto, los maracuchos preparan los bollos con masa de plátanos.

** Me comentaba Pablo Arapé Arze que su suegra, Doña Lila Álvarez de García le explico algo referente al artículo anterior, que no es que el TUNGO se hace con la masa que sobra de la hallaca sino que ex profeso se hace mucha masa para que alcance para elaborarlos. También opina, Doña Lila, que no se le echa suero sino el agua de los encurtidos. Bueno, la variedad no importa, la cocina estática muere pronto, ella debe ser activa y viva para incorporar ingredientes; en realidad lo que interesa es el sabor y la sazón, en este caso lo que se busca es el toque suave de acido propio de nuestro paladar. Nos gusta comer con un toque de acidez, por eso nuestra preferencia por el suero de tapara, el TUNGO, el salpicón, etc.

** El Prof. Jesús Pérez me increpo referente a lo que dije del pan de jamón. Decía yo que nuestro paladar esta ya acostumbrado al pan de jamón que hacen en las panaderías, al igual que el café. Opina el Gordo Jesús que el pan que elabora el colega y amigo el Prof. José Ollares en la calle Contreras frente a la residencia del Prefecto Dr. Domingo Montes de Oca, es mejor que el de las panaderías. Lo probé…y retiro lo dicho en el articulo anterior; es extraordinario y aquí su teléfono para que se lo encarguen 04160538918. Ya me dirán. Y otra que prepara uno muy bueno es mi sobrina María Silvia pero se hace la rogada y no prepara para la venta.

** Cuando jóvenes nuestro grupo de amigos teníamos costumbres muy sibaritas, de ahí el porque somos tan rozagantes, entre ellos: el padre Beto Álvarez, Juan Perera, Jorge Euclides Ramírez, Rolando Herrera, Luis Riera, Juan María Morales, Felipe Alcalde y este servidor. Además de jugar una cosa que se llamaba “pregúntele al siguiente”, disfrutábamos la práctica de salir con cierta frecuencia a comer en algunos sitios de la Carora precuatricentenaria, a pesar de ser varios de nosotros muy limpios sobresalía Jorge Euclides que hasta brindaba a Felipe (Juan Perera Dixit) pero aun así reuníamos para ello. Por ejemplo frecuentábamos la Fuente de Soda Los Silos, que es la actual Posada Madrevieja, administrada por un matrimonio portugués según la Sra. Violeta de Herrera, y luego por Pedro Miranda, en donde comíamos aquella famosa parrillada argentina, que contenía churrasco de res, churrasco de cochino, chinchurrias y chorizos, acompañada con yuca frita y sancochada, arepitas fritas, guasacaca y la extraordinaria salsa tártara que aun la preparan. La Parrillada alcanzaba perfectamente para 4 personas y costaba 5 Bs., pero como éramos varios pedíamos 2. El mesonero que siempre nos atendía y recordamos con gratitud era el Sr. Dorantes. También frecuentábamos la Parrilla Italia de Miguelito y José Giordano para comer la parrilla de carne madurada por ellos mismos y que aun venden; la servían en un plato con yuca y la mitad de un limón. Era una variedad distinta a la argentina pero también muy gustosa que tenía su sabor característico de Parrilla Italia. En el menú por supuesto estaban los muy ricos espaguetis boloñeses. Mi afectuoso amigo Fortunato Hernández siempre recuerda con bastante nostalgia los platos de la Parrilla Italia, especialmente la ensalada fría hecha con papas, huevos, cebolla, tomate y repollo adobada con una vinagreta que su preparación es un secreto aun no revelado, uno la veía exhibida en el mostrador. Era la época en que la ciudad recibía con amabilidad a los inmigrantes que, en su mayoría italianos nos trajeron sus comidas a nuestra mesa y a nuestras costumbres. La aceptamos con beneplácito, y tan es así, que como ellos hicieron con los chinos, nos apoderamos de sus espaguetis y ya son parte de nuestro cotidiano comer. La Parrilla Italia quedaba donde actualmente esta ahora, en la para entonces carretera trasandina, y en donde iban a comer por las noches todos los que trabajaban en la construcción de la carretera Lara-Zulia. Además recordaba Fortunato el mural contentivo de un venado hecho por ALMEPI, que no era otro que Alcides Meléndez Piña, el conocido Alcides El Lapo. Hermosos recuerdos de esa época.

** Dilcia mi esposa me regaño porque no he puesto recetas de sus hermanas que heredaron de su mama la buena cocina, algunas pues porque hay otras que solo preparan comida latina. Cedí y le pedí a Mireya una y aquí esta para que la disfruten, y en realidad se las recomiendo para comerla con el pernil de navidad.

CHIMICHURRI

Bueno Gera, aquí la receta, te participo que mis recetas son al ojo por ciento, así que las cantidades exactas no las tengo, lo importante es que a la final el producto quede sabroso. Ingredientes: abundante perejil (ya que a la final eso merma muchísimo), cebolla en rama, como un tercio, en proporción a la cantidad que se le ponga del abundante perejil. Eso se pica todo bien pequeñito ("ojo" se le quita los tallos al perejil solo se usan las hojitas), luego se prepara una vinagreta, hay muchas forma pero la que yo le preparo a esa es así: todo dependiendo la cantidad, aceite y un tercio de vinagre, sobre el aceite que se use, ajo bien machacado bastante, orégano bien machacadito del bueno y oloroso, sal, pimienta al gusto y un punto de azúcar. Todo se mezcla y se guarda preferiblemente en envase de vidrio, (si se hace un día antes de comerlo es mejor). Bueno espero les guste, es rico para acompañar una yuca, o una buena carne, buen provecho. Mireya Álvarez.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ambigú….

GASTRONOMÍA NAVIDEÑA CAROREÑA

Gerardo Castillo Riera

gcastillor@hotmail.com

El ser humano tiene cinco sentidos, uno de ellos es el olfato y a través de ese sentido traemos a la memoria momentos y agradables recuerdos. Ya estamos en navidad, la olemos, la sentimos, recordamos la algarabía de la preparación de la cena navideña llena de felicidad y buena camaradería y como tal nos dedicamos a preparar los platos típicos de esta oportunidad. Creo que no hay hogar venezolano donde no se coma aunque sea una de las multisápidas hallacas, como decía Don Rómulo, en los días decembrinos. Empieza el intercambio de hallacas entre familia y amigos. Indiscutiblemente la hallaca es el plato principal de la navidad venezolana, es elaborado con diversos ingredientes, como pollo, res y marrano, como componentes principales para la confección del guiso, en Carora le echamos las tres carnes. Es precisamente esto de las carnes lo que diferencia las unas de las otras refiriéndonos a las hallacas de acuerdo a la región. Que si la caraqueña al modo de Scannone lleva papelón, que si la andina lleva adornos con huevos y piezas de pollo entero, que si las llaneras tienen solo carne de res y topocho o que si las valeranas llamadas carabinas son de caraotas, o que si las centrales llevan garbanzos, etc., etc. En fin como dice la propaganda, cada región tiene su nombre, y la mejor hallaca es la de mi mama, pero lo cierto es que la hallaca es el plato navideño nacional por excelencia. Además su preparación requiere de la presencia de toda la familia por lo laboriosa que es pero también porque une a la familia en la temporada decembrina. No todos las preparamos pero hay quienes las venden para evitarnos ese trabajo; me han recomendado las de la Sra. Clotilde Nieves en la calle Torres frente al CC Don Cherra, y he comido las de Randol Carrasco, las de Nancy Páez en la Urb. Egidio Montesinos en la calle que va por detrás del campo y las recomiendo, pero en realidad abundan quienes las expenden. Como también puedo decir que tengo el privilegio de haber probado las hallacas del Sur del Lago que prepara la Sra. Jazmín, esposa de nuestro amigo el Profesor Rafa Perozo, que tienen la particularidad de que la masa es elaborada con plátano verde y en realidad que le dan un extraordinario sabor. Como también extraordinarias las carabinas de Doña Adda de Pérez y su hijo el Dr. Gerardito Pérez. Por otra parte tenemos que resaltar también nuestro TUNGO, que es navideño y que para el resto del país es el bollo, en nuestro caso se elabora con la masa que queda de las hallacas a la que le agregamos suero, más queso y unos pedacitos de pimentón y ají picante. He comido, además de los de mi casa materna, los de Chayo Barrios que tradicionalmente me obsequiaba su sobrino el recordado Andoche por demás excelentes; pero he oído mencionar los famosos TUNGOS de Tella Cuevas y su hija Josefina. Como anécdota se cuenta que hace como un año la prestigiosa Academia Gastronomica Venezolana celebro una degustación en nuestra ciudad y entre los platos caroreños estaba el Tungo de Tella, cuando se les dijo que era una especie de bollo dijeron que eso lo había en todas partes, aun así se les insistió y los probaron llegando a aplaudirlos por la calidad de los mismos. Ya eso es casi una mención honorífica. Tella y Josefina Cuevas viven y expenden los TUNGOS en el Roble por los lados de la Iglesia. Hoy Rolando Herrera me prometió brindarme unos, veremos.

También es parte de la mesa navideña el infaltable pan de jamón, el cual lleva aceitunas rellenas, pasitas y por supuesto jamón; hay personas que los preparan en casa pero generalmente ya nuestro paladar se acostumbro al elaborado en panaderías y es el que gusta, recomiendo el de las panaderías de Daniel Campos en la plaza Bolívar, el de la panadería la Mallorquina y el de la Fabiana. Con el pan de jamón sucede lo mismo que con el café, ya nuestro paladar se acostumbro a tomar el comercial y cuando tomamos café tostado y molido en casa el sabor no nos agrada aun siendo literalmente puro.

Otro plato que no falta en esa mesa es la ensalada de gallina, que generalmente ya se hace es de pollo y se le agregan papas, zanahorias y guisantes verdes, hay quién le coloca cebolla picada muy fina y hasta manzanas verdes picadas. Pero también hay una receta que mi hermana Fanny trajo importada de caracas y en nuestra cena navideña ella acostumbra prepararla y la elabora con una piña pequeña que este dulce, un repollo, pasas amarillas, mayonesa y un toque de azúcar y sal.

Y para cerrar este plato navideño no podemos de dejar nombrar al pernil de marrano y que es el más laborioso de todos estos platos porque se tiene que macerar desde el día anterior y vigilarle la horneada, aunque existe la posibilidad de mandarlo a hornear en las panaderías que prestan ese servicio, aunque eso depende del tamaño del pernil.

En lo que respecta al postre o dulce de navidad en todo el país se prepara el dulce de lechoza, puesto famoso por el innombrable. Y su preparación es la siguiente:

Ingredientes:

-5 Kg. de lechoza verde. -2 y medio Kg. de azúcar blanca. -1 cucharadita de bicarbonato. – Clavos de olor y agua.



Preparación:
Se retira la concha de la lechoza y se corta en tajadas finas, se extienden sobre una bandeja, se espolvorean de bicarbonato y se dejan hasta el día siguiente.
Se coloca la lechoza en una olla grande, se agrega el azúcar y se coloca un poco de agua (unos 4 dedos de la olla), se agregan clavos al gusto y se deja cocinar lentamente hasta que la lechoza se cristalice. La fruta libera mucho líquido por lo que no hará falta más agua. Deje enfriar, y aún tibio guarde en frascos de vidrio o en un envase grande, y esperamos que este si sea el año del feliz dulce de lechoza. Y SALUD.