jueves, 23 de agosto de 2007

Palabras a los ahijados del LEM 2007

31 de Julio de 2007



Queridos ahijados:
Gracias, infinitas gracias por la cortesía, que por cuarta vez me hacen mis alumnos, Uds. en esta oportunidad, el de apadrinarles su promoción. Ese gesto para nosotros los profesores es lo que los entendidos llaman Feedback, o retroalimentación y es el maná del que nos nutrimos para proseguir en esta ardua tarea de educar que nos hemos impuesto.
Cuando me dispuse a escribir estas palabras que hoy vengo a decirles a Uds. realmente me tocó la tentación de ponerme hablar sobre los últimos acontecimientos políticos del país y de esta institución, y su papel protagónico, por demás valederos; pero después de meditar me dije ¿porqué venir a estropearles este día tan significativo a estos muchachos? No debo traer desazón a esta reunión familiar. Al contrario debo llevar alegría. Decidí entonces tratar de trasmitirles un mensaje de hermandad y de unión, al igual que el Padre Beto lo hizo ayer en la homilía, y es a eso que me dispongo. Así que hagámoslo distinto.
Termina hoy una hermosa y sabrosa etapa de sus vidas, épocas de conocer amigos, de bonches y parrandas, de alegrías y tristezas, de pasar o raspar exámenes, de correr tras los profesores para que a última hora les reciba el trabajo perdido, etc. etc., en fin, de cosas de la vida estudiantil; algunos se irán a otros lares a continuar sus carreras o acaso a trabajar. Los que no, se quedarán aquí estudiando o trabajando; en todo caso, se romperá la cotidianidad de estar todos los días juntos, completándose entre Uds. para comprar donde Beto las empanadas para desayunar, como lo hacían hasta hoy. Ante la ausencia entenderán ahora lo importante y hermoso de la amistad, de lo que vale la vida en este Liceo. De aquí en adelante vendrán nuevas amistades que les traerán otras visiones del mundo y su realidad. Conocerán formas distintas de hablar, de comer, de relacionarse y, a lo mejor conocerán el amor de sus vidas.
Pero, se preguntarán, ¿a que viene todo esto si eso ya lo sabemos?, Yo les respondo entonces, a que se darán cuenta que lo que verdaderamente es valedero en sus vidas no es lo material que se llevan, al pergamino este que se les está entregando hoy, sino lo espiritual, y en este caso a estos amigos que están dejando aquí en este añejo Liceo, que por lo menos de mi parte así los consideraré, muy a pesar de que a lo mejor duraremos algunos años en volvernos a ver, pero como somos amigos nos sabremos esperar. De entre tantos amigos cibernautas que tengo, es mi manía la amistad, uno me mando este que les leeré y que les aconsejo pongan mucha atención, trata de alguien a quien conocen, es el gran filósofo griego de la etapa preática Sócrates, y se llama así:
EL TRIPLE FILTRO
En la antigua Grecia, Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos, especialmente a los jóvenes, a quienes enseñó con su método, la mayéutica, ¿se acuerdan? ella consistía en que el alumno llegara al conocimiento a través de sus propias deducciones. Un día un conocido se encontró con él y le dijo:
-¿Sabes lo que escuché de tu amigo?
-Espera un minuto, le replicó Sócrates. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen, Yo lo llamo el examen del triple filtro.
-¿Triple filtro?, preguntó el otro.
-Correcto, continuó Sócrates, antes de que me hables de mi amigo, puede ser bueno filtrar tres veces lo que vas a decir.
-El primer filtro es la verdad, ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto?
-No, dijo el hombre, realmente solo escuché sobre eso y….
-Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto o no.
-Ahora permíteme aplicar el segundo filtro, el de la bondad. ¿es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, por el contrario.
-Entonces deseas decirme algo malo de él pero no estás seguro que sea cierto, pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el de la utilidad. ¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
-No, la verdad que no.
-Bien, concluyó Sócrates. Entonces, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ¿para que querría Yo saberlo? Usa este triple filtro cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos. La amistad es algo invaluable, nunca pierdas a un amigo por algún malentendido o comentario sin fundamento, le dijo.

La enseñanza que esta anécdota nos deja es que evitemos, por el bien de la amistad y de las buenas relaciones humanas, el rumor y el chisme malsano, se los digo no porque Uds. lo practiquen, sino porque en el mundo de los adultos, al cual ya tocaron la puerta, es una práctica cotidiana destructiva de eso tan hermoso que es la verdadera amistad y la sinceridad. Si uno no llega a ser amigo de sus padres, de sus hijos, de sus hermanos, de sus vecinos, de sus profesores o de sus alumnos no podremos nunca establecer una buena coexistencia. Eso fue lo que hicimos durante el tiempo que duramos conviviendo en esta institución. Fue hermoso, y por eso nos llevamos tan bien.
Igualmente quiero leerles un poema del gran escritor argentino Jorge Luís Borges que se titula:

POEMA A LOS AMIGOS

No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida,
ni tengo respuestas para tus dudas o temores
pero puedo escucharte y compartirlo contigo.

No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro
pero cuando me necesites estaré junto a ti.

No puedo evitar que tropieces
solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos,
pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz

No juzgo las decisiones que tomes en la vida,
me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte, si me lo permites.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero si te ofrezco ese espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón,
pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser,
solamente puedo amarte como eres y ser tu amigo.

En estos días pensé en mis amigos y amigas,
no estabas arriba, ni abajo, ni en medio,
no encabezabas ni concluías la lista,
no eras el número uno ni el número final.

Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero,
el segundo o el tercero de tu lista.

Basta que me quieras como amigo.
Gracias por serlo.


En estas hermosas líneas está plasmado lo que quisimos que Uds. aprendieran, ahora les toca ponerlas en práctica. Es esa nuestra indubitable función como profesores, inspirarlos en valores, con el ejemplo, que es el verdadero sentido de la educación. Los contenidos nunca es tarde para aprenderlos; que si 2 mas 2 son cuatro; que si la tierra es redonda; que si Venezuela está en América del Sur; etc., etc. Quien no lo aprendió ya tendrá la oportunidad para hacerlo. Pero si enseñamos que ese 2 más 2 es útil para apreciar la rima de un poema o para entender el ritmo de la música, o para reírnos cuando nos equivocamos, entonces estaremos enseñando con sentimiento. Pero el sentimiento que se pone para oír y conmoverse con una buena música o al leer un bello poema es más importante aún, porque ello eleva el espíritu, y creo que ese ha sido el problema con nuestra educación, solo se enseña a ver, pero no a oír; no enseñamos a desarrollar los buenos sentimientos, nos hemos olvidado del humanismo, y a quienes estudiamos humanidades se nos quiere ver como bichos raros porque andamos todo el día y que filosofando, hablando de fantasía, pero solo nosotros sabemos que somos felices con ello porque lo vivimos. Hay un viejo dicho que leí en los papeles viejos de mi bisabuelo el Dr. Riera Silva, que dice que aquel médico que solo medicina sabe ni medicina sabe ya; refiriéndose a que el médico antes que saber de medicina tenía que aprender humanismo para entender y comprender la condición humana de sus pacientes, y eso en los actuales momentos se ha olvidado, solo queremos estudiar ingeniería o medicina o derecho porque son las carreras que nos darán dinero para hacernos ricos. Uds. escogieron Humanidades y los felicito por ello, ahora saben apreciar las pequeñas cosas, como dice la canción de Joan Manuel.
En 1996 se cumplió el centenario del nacimiento de un hombre, poeta y político que con sus poemas y su prosa supo expresar claramente el sentir del venezolano común y corriente como los que hoy estamos aquí. Me refiero al poeta Andrés Eloy Blanco, cumanés de nacimiento pero venezolano de palabra. Él escribió un hermoso poema que quiero leérselos también para que con delicadeza lo escuchen y lo juzguen. El mismo se llama:
Coloquio bajo la palma
Lo que hay que ser es mejor y no decir que se es bueno ni que se es malo,
lo que hay que hacer es amar lo libre en el ser humano,
lo que hay que hacer es saber, alumbrarse ojos y manos y corazón y cabeza y después,
ir alumbrando.
Lo que hay que hacer es dar más sin decir lo que se ha dado,
lo que hay que dar es un modo de no tener demasiado y un modo de que otros tengan su modo de tener algo, trabajo es lo que hay que dar y su valor al trabajo
y al que trabaja en la fábrica y al que trabaja en el campo, y al que trabaja en la mina y al que trabaja en el barco,
lo que hay que dar es todo, luz y sangre, voz y manos, y la paz y la alegría que han de tener aquí abajo, que para las de allá arriba,
no hay que apurarse tanto, si ha de ser disposición de Dios para el hombre honrado darle tierra al darlo a luz, darle luz al enterrarlo.
Por eso quiero, hijo mío, que te des a tus hermanos,
que para su bien trabajesy nunca te estés aislado;
bruto y amado del mundo te prefiero a solo y sabio.
A Dios, que me dé tormentos, a Dios que me dé quebrantos,
pero que no me dé un hijo de corazón solitario.


Indiscutiblemente el poeta Andrés Eloy, como todo el mundo lo llama, dejaba moldeado el sentir del venezolano de la primera mitad del siglo pasado pero también la del venezolano de la última década. Lo que se pedía para ese entonces al igual que ahora es paz y tranquilidad, que se acabe el odio entre los hermanos, que es lo que predomina hoy en día, y que podamos vivir felices. Es a Uds. la generación que viene subiendo los que decidirán que hacer y como hacer para calmar estas ansias de odios y rencores que nos embargan. Así pues, a cumplirnos ahora Uds. a nosotros. Y para ello les asignaré una tarea, de esas fáciles que constantemente les encomendaba; siempre he preferido que digan: a ese profesor si es fácil pasarle a que digan, a ese profesor si es difícil pasarle. Por ello es que antes de volvernos a ver les mandaré otro trabajito. A ver…tomen papel y lápiz. Para la próxima clase deben de traer: felicidad inmensa, esperanza en su futuro, caridad en sus corazones y gandolas de fe en Dios. Todo esto lo mezclan y nos entregan un GRAN PAÍS SIN ODIOS NI RENCORES.
Y por último, ya para concluir y disponernos a celebrar, quiero pedir disculpas por hacer mención especial de una persona, pero es algo que me obliga moralmente. De no hacerlo estaría contradiciéndome en todo lo anteriormente expresado sobre los sentimientos. Entre Uds. hay alguien muy especial para mi porque la vi nacer, crecer y luchar contra las dificultades, algo que Dios, y eso demuestra su grandeza, le puso para demostrarle que el ser humano es capaz de vencer todas las adversidades que se le pongan delante, esa persona merece mi reconocimiento y ante ella me inclino por su nobleza. Me refiero a Marysabel, sobrina, doblemente ahijada e hija putativa, quien gracias a su tesón y empeño hoy se dispone a lograr un paso mas en su camino, y se que en poco tiempo será otro y otro más y así sucesivamente. A ti Marysabel, te digo que cuentas conmigo para luchar juntos en ese caminar bello y hermoso que te haz planteado. Y como decía el gran panfletario caroreño, “Adelante, siempre adelante, aunque sea con la fuerza inmensa del pensamiento”.
Ahora si, que Dios me los bendiga y mucha suerte
Gracias.