sábado, 14 de agosto de 2010

Ambigú….

ALGUNAS RECETAS CAROREÑAS DE CARNE

Por: Gerardo Castillo Riera

gcastillor@hotmail.com

Como ya hemos comentado, nuestra gastronomía gira en torno a lo que tenemos alrededor, de lo que disponemos. Por ejemplo, en nuestra dieta diaria no aparece el bacalao porque no lo tenemos a nuestro alcance. Pero si tenemos reses, y de ella nos alimentamos. Pues bien hoy buscaremos algunas de esas recetas añejas que nuestros padres y abuelos preparaban para su dieta diaria.

La carne majada, por ejemplo; algunos, por no decir la mayoría, jamás habrán oído hablar de ella. ¿Acaso será carne del caserío La Majada? Pues no, es una forma muy fácil y sobretodo sana de comer la carne. Para ello tomamos un trozo de carne como de bistec, la ponemos a mermar en un caldero a fuego muy lento en un sofrito previamente hecho de ajo, cebolla y mantequilla y un poco de caldo o en su defecto de agua con un cubito. Hay que estar bien pendiente de darle vuelta y vuelta para que no se queme, hasta que ella tenga como una crema gruesa producto de los aliños con la mantequilla y el caldo. Se saca y con un poquito de comino que se le coloca por ambas caras se lleva a la piedra de moler aliños y se golpea como tratando de estirarla. Yo herede de mi suegra Doña Omaira la piedra que fue del Restaurante Juan Bimba, que regentaba su tía Nicolasa Rodríguez y que funciono en la calle Ramón Pompilio en la casa de los Riera Montes de Oca. Esta exquisita carne caroreña la podemos acompañar con un quesito de cabra a la plancha y un pico e gallo.

El salpicón de carne o de hígado. Este viene a ser como una especie de pabellón a la caroreña, y ya al final de la receta podrán decir si tengo o no razón. Agarramos como para guisar, pulpa negra pudiera ser, o hígado de res. En trozos pequeños le hacemos el mismo tratamiento de la carne majada en el caldero pero aquí le agregamos el comino al sofrito. Una vez mermado y seco, se lleva al molino de carne. Se muele la carne o el hígado dejándolo seco. Se sirve con un poquito de cilantro por encima y se acompaña, y aquí es donde les digo que viene a ser como el pabellón local, con chícharos refritos y arroz. Ya a esta altura estoy tragando grueso porque esto es una verdadera delicia muy caroreña. Y si no díganme donde lo han comido. Honestamente les digo prefiero el de hígado, me trae gratos recuerdos pero ahora la moda es no comerlo y en mi casa solo yo lo prefiero y eso de cocinar para uno solo es muy feo.

Bueno en esta oportunidad les dejo solo esas dos recetas las cuales espero las preparen y si alguien dispone invitarme no me desagradaría en lo absoluto. Salud entonces

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